Es un gol por 500 Lucas…

Boca 1 (6) – Dorados 1 (5)

El grito de Castromán (llevaba 500 días sin mojar) fue lo poco que dejó el cierre de gira con victoria por penales.

Hay gente que pretende ver en estos amistosos lo que uno espera de Boca en instancias decisivas de la Libertadores, por caso… La realidad es que entre estos partidos y los que en el verano pueden jugarse en Tandil contra un Ferrocarril Sud hay pocas diferencias: que se juega con la indumentaria oficial en vez de pecheras y que se televisa en directo. El resto es básicamente igual. Y esa tónica dominó lo de ayer en Culiacán contra Dorados. Piernas que van a media máquina, la obvia dureza en medio del trabajo de pretemporada, la suficiencia para enfrentar a un equipo inferior que se traduce en las rabonas que tira el Negro Ibarra…

Pero este juego de ayer sí le dejó algo importante a Boca y a Castromán. A 500 días exactos de su último gol, Lucas convirtió por primera vez con la azul y oro. Fue a los 23 del primer tiempo, con una definición de manual (cara interna del pie derecho) tras recibir un buen pase del uruguayo González. Así, Castromán cerró un paréntesis que se extendía desde el 14 de marzo del año pasado, cuando mojó para Vélez frente al Inter de Porto Alegre por la Libertadores. No la había metido en el semestre que jugó para el América de México ni en estos meses en Boca…

El gol de Lucas no contará en las estadísticas oficiales, pero le sirve para acomodarse en la puja por ser el tercer delantero del plantel. Quizás este gol sea el principio del camino que le permita al de Villa Flandria posicionarse detrás de Palermo y Palacio sin temor a que ese lugar peligre a manos del ímpetu juvenil de Noir y Viatri.

Ojo, no sólo el reencuentro goleador de Castromán le quedó a Ischia del 1-1 definido en penales (ver aparte). En positivo cuentan los minutos que le pudo dar a Ibarra y la chance de mostrarse de varios pibes. Y le quedan puntos a trabajar. Si Caranta tuvo un muy buen partido contra uno del ascenso mexicano es porque la defensa aún muestra desajustes serios, como se vio en el gol rival. Sobre todo, la vigente debilidad en el juego aéreo. Y no corregir esas fallas te puede costar bastante más caro que 500 Lucas…

Se va el segundo

Mejor tomate una corona

En un amistoso jugado ni a media máquina, el Xeneize le llegó poco al arquero rival. En México, se puso arriba y le empataron. ¿Algún problema? No, beban tranquilos…

Boca se preparó en Washington, capital de Estados Unidos, pero tuvo que cruzar la frontera para debutar y fue en Guadalajara, México, donde dio su primer paso de cara al comienzo de la nueva temporada, los segundos seis meses de Carlos Ischia al frente del equipo, en los que se jugará a tres puntas: Recopa, torneo Apertura y Sudamericana. En ese primer paso ante Tecos, que terminó 1-1, este Boca que es el mismo que aquel porque no llegó nadie ni se fue nadie de los titulares, empezó igual a mostrar (mínimamente) sus intenciones. Todavía duro por la pretemporada. Sin ritmo. Pero con Pochi Chávez esforzándose para hacer de Riquelme y metiendo un gol. Y Palermo como símbolo, alma y líder espiritual del equipo.

En el equipo titular sólo faltaron Hugo Ibarra (estuvo en el banco), Riquelme y Rodrigo Palacio. Por ellos, estuvieron Maidana en el lateral derecho, Chávez como enganche y Lucas Castromán en el ataque. De los tres, el que más se destacó fue Pochi, por su movilidad para pedirla y buscar la pelota, para tratar de encontrarse con Dátolo (muy activo) y Palermo. Castromán, por su parte, le puso mucha pila para tratar de entenderse con el Loco y tirarle centros, pero todavía le falta ritmo de partidos y precisión para meterle la bocha en la cabeza. Aunque la única que acertó terminó en el gol.

Lo del ritmo, en realidad, fue problema de todo Boca. El durísimo trabajo físico realizado en Washington, base física para afrontar las tres competencias (más un viaje a España por la Copa Gamper) y llegar entero a fin de año, se notó sobre el campo. Lo que igualó la diferencia en la sintonía fina entre un equipo que jugó su primer partido de preparación contra otro que estaba en el último fue la diferencia de jerarquía a favor de Boca. Porque con el alma de Palermo le alcanzó para abrir el resultado en el arco de Corona, porque el Loco transformó un centro difícil en el 1-0, cuando le bajó la pelota a Chávez. Y, enseguida, el arquero le tapó el segundo.

La atajada de Caranta en el arranque del partido y la seguridad que mostró en todo momento fue recibida con los brazos abiertos por Ischia. No así el centro que terminó en el 1-1, cuando Barreiro cabeceó muy solo en el área, como ya lo hicieron unos cuantos en el primer semestre…

Con los atenuantes de la pretemporada y de las ausencias de dos figuras clave como Román y Rodrigo, Boca no jugó bien y mostró pocas cosas nuevas, sólo la función de Castromán. Chávez y Palermo, lo mejor. Lo demás, lo conocido. El equipo está en ablande. Y si no podés con Corona, mejor tomate una…

Futbol de Seleccion

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